La famosa compañía cafetera Relaxing Cup Coffee aumentó sus ventas en el pasado con sorteos de sueldos vitalicios entre sus consumidores. Ahora, acosados por la crisis, después de varios ERE, al borde de la quiebra, e incapaces ya de recortar más gastos los directivos, obsesionados por mantener sus puestos de trabajo a toda costa, tendrán que recortar gastos de la única forma que les queda: asesinando a todos los afortunados, que en su día fueron premiados con los sueldos vitalicios.