Shubei Hirayama es un viudo que vive con su hija de veinticuatro años. Sintiéndose viejo y acabado, el hombre se da cuenta de que ella debería vivir su vida y no tener la obligación de cuidarle permanentemente, así que decide casarla. Aunque su hija se resiste a abandonar a su progenitor, finalmente acabará haciéndolo. Shubei buscará en el licor del sake el refugio de la soledad, el consuelo de la angustia.